La acción comienza durante el atardecer del 22 de septiembre, que es el último día del verano en el hemisferio norte. A medida que el Sol se hunda en el Oeste, poniendo fin de este modo a la temporada, la "Luna llena de la cosecha" emergerá en el Este y dará inicio así al otoño. Las dos fuentes de luz se mezclarán para crear en el crepúsculo un resplandor veraniego-otoñal de 360 grados, que sólo se ve en ocasiones especiales.
La "Luna de la cosecha" del 3 de octubre de 2009, fotografiada por Catalin M. Timosca, de Turda, Rumania.
El espectáculo se torna cada vez mejor a medida que transcurre la noche.
Oficialmente, el verano en el hemisferio norte se convierte en otoño el 22 de septiembre a las 11:09 pm EDT (hora diurna del Este, en idioma español). En ese preciso momento, denominado equinoccio otoñal, se puede observar que la "Luna de la cosecha" asciende muy alto sobre nuestras cabezas con el planeta Júpiter ubicado justo al lado de ella. Los dos objetos más brillantes del cielo de la noche estarán en una espectacular conjunción para marcar el cambio de estación.
Una conjunción similar de la Luna y Júpiter, el 26 de agosto de 2010. Crédito: Tom Cocchiaro, de Portsmouth, New Hampshire.
Esta vez será más digno de ver que nunca porque se trata de una "cosecha" extra.
Generalmente, la "Luna de la cosecha" llega algunos días antes o después del inicio del otoño. Ocurre cerca del comienzo de dicha temporada pero no es una coincidencia perfecta. Sin embargo, la "Luna de la cosecha" de 2010 alcanza su máxima iluminación apenas seis horas después del equinoccio. Esto ocasionó que algunos astrónomos la llamen la "super Luna de la cosecha". No ha habido una coincidencia comparable con esta desde el 23 de septiembre de 1991, cuando la diferencia fue de aproximadamente 10 horas.
Una "super Luna de la cosecha", un extraño resplandor en el crepúsculo, una conjunción a medianoche... raramente el otoño comienza con tal fanfarria.