Eclipse lunar durante el solsticio

Todo el mundo sabe que "la Luna cuando brilla sobre la nieve recién caída da un lustroso acabado de mediodía a los objetos que se encuentran debajo".
Esto es así, excepto durante un eclipse lunar.

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Arriba: Un eclipse lunar similar ocurrido en noviembre de 2003. Crédito de la fotografía: Jim Fakatselis. 
El acabado lustroso sólo se producirá a medias el próximo 21 de diciembre, el primer día del invierno para el hemisferio boreal, cuando la Luna pase, casi perfectamente centrada, a través de la sombra de la Tierra. Durante los 72 minutos que durará la espectral totalidad, una luz ámbar bailará sobre las nieves de América del Norte, sumergiendo así a los paisajes en un inusual estado de rojiza oscuridad.
El eclipse se inicia durante la madrugada del martes 21 de diciembre, a la 01:33 am, Hora oficial del Este (lunes 20 de diciembre a las 10:33 pm, Hora oficial del Pacífico). En ese momento, la sombra de la Tierra parecerá una mordedura de un color rojo oscuro en el borde del disco lunar. Tomará alrededor de una hora para que esa "mordedura" se expanda y se trague a la Luna entera. La totalidad comienza a las 02:41 am, Hora oficial del Este (11:41 pm, Hora oficial del Pacífico) y durará 72 minutos.
Si usted sólo planea salir un instante para echar un rápido vistazo —es un mes muy frío para quienes viven en el hemisferio norte— escoja este momento: las 03:17 am, Hora oficial del Este (17 minutos pasada la medianoche, Hora oficial del Pacífico). Eso será cuando la Luna esté en la sombra más profunda, mostrando de ese modo los más fantásticos tonos de rojo cobrizo.
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Arriba: De principio a fin, el eclipse favorecerá a los observadores situados en América del Norte. El evento podrá ser apreciado en su totalidad en todo el continente.
¿Y por qué roja?
Un rápido viaje a la Luna proporciona la respuesta. Imagínese de pie en una polvorienta planicie lunar, mirando hacia el cielo. Por encima de su cabeza está la Tierra, suspendida en el firmamento, con su lado nocturno hacia abajo y escondiendo completamente al Sol detrás de ella. El eclipse está en progreso. Se podría esperar que la Tierra se vea completamente oscura, pero de hecho no lo está. ¡El borde del planeta parece estar incendiándose! Al recorrer con la vista la circunferencia de la Tierra, se observan todos los amaneceres y atardeceres en el mundo, todos al mismo tiempo. Esta increíble luz se esparce a través del corazón de la sombra de la Tierra, llenándola de esta manera con un cobrizo resplandor y transformando a la Luna en una gran orbe rojiza.
Volviendo a la Tierra, la oscurecida Luna pintará los paisajes recién nevados con colores inusuales; quizás no tenga tanto lustre, pero sí mucha belleza.
¡Disfrute del espectáculo!

Más información
Coincidencias (ACTUALIZADO): Este eclipse lunar tiene lugar en la fecha del solsticio de invierno para el hemisferio norte. ¿Qué tan inusual es esto? Los eclipses totales de Luna durante el invierno boreal son bastante comunes. Sólo durante los últimos 10 años, ya han ocurrido tres de ellos. Sin embargo, el hecho de que un eclipse lunar se produzca exactamente en la fecha del solsticio es poco común. Geoff Chester, quien trabaja para el Observatorio Naval de Estados Unidos, ha inspeccionado una lista de eclipses que se remonta 2000 años en el pasado. "Desde el Año 1, sólo puedo encontrar una instancia previa de un eclipse que tiene lugar el mismo día que el solsticio: el 21 de diciembre de 1638", dice Chester. "Afortunadamente, no tendremos que esperar 372 años para el siguiente... eso será el 21 de diciembre de 2094".

Erupciones masivas sacuden al Sol

Erupciones masivas sacuden al Sol

Diciembre 13, 2010: El 1 de agosto de 2010, un hemisferio entero del Sol hizo erupción. Filamentos de magnetismo se desprendieron y explotaron, ondas de choque se desplazaron a toda velocidad por la superficie estelar y nubes de gas caliente de miles de millones de toneladas fueron expulsadas hacia el espacio. Los astrónomos sabían que acababan de presenciar algo importante.
Fue un suceso tan importante que quizás haya hecho pedazos varias ideas antiguas sobre la actividad solar.
"El evento del 1 de agosto en verdad nos abrió los ojos", dice Karel Schrijver, quien trabaja en el Laboratorio Astrofísico y Solar de la empresa Lockheed Martin, en Palo Alto, California. "Vemos ahora que las tormentas solares pueden ser eventos globales, que se desarrollan a escalas que antes no podíamos imaginar".
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Haga clic aquí para ver una película, grabada en el ultravioleta extremo, de la erupción global del 1 de agosto. Diferentes colores representan diferentes temperaturas del plasma en el rango de 1,0 a 2,2 millones de Kelvin. Crédito del video: Observatorio de Dinámica Solar. 
Schrijver ha estado trabajando por los últimos tres meses con el físico solar, y colega en Lockheed Martin, Alan Title, con el fin de entender lo que ocurrió durante la "Gran Erupción". Tenían muchos datos para analizar. El evento fue registrado con un nivel de detalle sin precedentes por el Observatorio de Dinámica Solar (Solar Dynamics Observatory o SDO, en idioma inglés) y por las naves espaciales gemelas STEREO (sigla en idioma inglés de Observatorio de Relaciones Solares - Terrestres), de la NASA. Con varios de sus colegas presentes para ofrecer comentarios, delinearon sus hallazgos hoy en una conferencia de prensa que tuvo lugar en el marco de la reunión de la Unión Geofísica Estadounidense, en San Francisco.
Las explosiones solares no son eventos aislados y localizados, anunciaron. La actividad solar está interconectada por medio del magnetismo a lo largo de distancias asombrosas. Fenómenos como las erupciones solares, los tsunamis y las eyecciones de masa coronal pueden ocurrir todos al mismo tiempo, incluso separados por cientos de miles de kilómetros, conformando un concierto caótico de complejidad abrumadora.
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Las naves espaciales gemelas STEREO, de la NASA, alrededor del Sol.
"Ya no es suficiente enfocarnos en los campos magnéticos de regiones activas aisladas si queremos predecir erupciones solares", dice Title, "ahora debemos conocer el campo magnético superficial de prácticamente todo el Sol".
Esta revelación incrementa la carga de trabajo de quienes pronostican el tiempo en el espacio, pero también aumenta la potencial precisión de sus predicciones.
"La estrategia de estudiar globalmente el Sol podría traer grandes avances en la predicción de la actividad solar", comenta Rodney Viereck, quien trabaja en el Centro para la Predicción del Tiempo en el Espacio, en Boulder, Colorado, el cual pertenece a la Administración Nacional Océanica y Atmosférica (National Oceanic and Atmospheric Administration o NOAA, por su sigla en idioma inglés). "Esto, a su vez, permitirá brindar mejores pronósticos a nuestros clientes, como por ejemplo a los operadores de redes eléctricas o aerolíneas comerciales, quienes podrían actuar de forma pertinente para proteger sus sistemas y afianzar la seguridad de los pasajeros y de la tripulación".
En un artículo que prepararon para la Revista de Investigación Geofísica (Journal of Geophysical Research o JGR, por su sigla en idioma inglés), Schrijver y Title identificaron más de una docena de significativas ondas de choque, llamaradas, erupciones de filamentos y eyecciones de masa coronal, que abarcan 180 grados de longitud solar y 28 horas de tiempo. Al principio, parecía que se trataba de un conjunto de estrépitos; pero eso fue solamente hasta que confeccionaron gráficos de los eventos en un mapa del campo magnético solar.
Title describe este momento, que es digno de un ¡Eureka!: "Vimos que todos los eventos de actividad solar sustancial estaban conectados entre sí por medio de un extenso sistema de capas separatrices, separadoras y cuasi–separadoras". Una capa "separatriz" es una zona magnética parecida a una falla geológica, donde pequeños cambios en las corrientes de plasma circundantes pueden disparar grandes tormentas electromagnéticas.
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Las zonas donde ocurrieron los eventos más importantes están indicadas en esta imagen del Sol capturada en el ultravioleta extremo. Dicha imagen fue obtenida por el Observatorio de Dinámica Solar durante la Gran Erupción del 1 de agosto. Las líneas blancas trazan el campo magnético solar. Crédito de la imagen: K. Schrijver & A. Title. [Imagen ampliada]
Durante mucho tiempo, los investigadores han sospechado que este tipo de conexión magnética era posible. "La noción de que podría haber erupciones solares 'solidarias' tiene al menos tres cuartos de siglo", escribieron en su artículo para la JGR. En algunas ocasiones, los observadores veían erupciones solares que estallaban una después de la otra —como si fueran palomitas de maíz—, pero era imposible demostrar que existía un vínculo entre ellas. Los argumentos que apoyaban la idea de causa y efecto eran estadísticos y muchas veces dudosos.
"El SDO y las naves espaciales gemelas STEREO han revolucionado esta clase de trabajo", dice Lika Guhathakurta, quien es investigadora del programa Viviendo con una Estrella, de la NASA. "Las tres naves espaciales, en conjunto, monitorizan el 97% de la superficie del Sol, permitiendo de este modo a los investigadores ver conexiones que eran muy difíciles de percibir en el pasado".
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Concepto artístico del Observatorio de Dinámica Solar (SDO, por su sigla en idioma inglés). 
Como prueba de ello, aunque solamente dos terceras partes del evento que tuvo lugar en el mes de agosto fueron visibles desde la Tierra, éste fue registrado en su totalidad por la flota SDO–STEREO. Además, las mediciones del campo magnético solar que fueron llevadas a cabo por el SDO revelaron conexiones directas entre los varios componentes de la Gran Erupción, y esta vez no fueron necesarias las estadísticas.
Queda mucho trabajo por hacer. "Estamos aún separando las causas de los efectos", dice Schrijver. "¿Fue el evento una gran reacción en cadena, en la cual una erupción desataría otra —bang, bang, bang— en secuencia? ¿O todo ocurrió de forma simultánea, como consecuencia de algún cambio a mayor escala en el campo magnético del Sol?"
Es posible que el análisis futuro revele el detonador subyacente. Por ahora, el equipo está todavía acostumbrándose a la idea del carácter global de la actividad solar. Un comentarista recordó la vieja historia de los tres hombres ciegos que describen un elefante: uno toca su trompa, otro sostiene su cola y el tercero le huele una uña. Estudiar el Sol mirando una mancha solar a la vez puede ser tan limitante como lo ocurrido en esa historia.
"No quiere decir que todas las erupciones serán globales", destaca Guhathakurta. "Pero el carácter global de la actividad solar ya no puede ser ignorado".
Como si el Sol no fuese ya lo suficientemente grande ...

La lluvia de meteoros Gemínidas desafía cualquier explicación

La lluvia de meteoros Gemínidas, que este año alcanzará su máxima actividad el 13 y 14 de diciembre, es la lluvia de meteoros más intensa del año. Se prolonga por varios días, produce abundantes bolas de fuego y puede ser vista casi desde cualquier lugar de la Tierra.
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Una bola de fuego de las Gemínidas estalla sobre el Desierto de Mojave en 2009. Crédito de la fotografía: Wally Pacholka / AstroPics.com / TWAN. 
 
Es también la lluvia de meteoros favorita del astrónomo Bill Cooke, de la NASA, aunque esto no tiene relación con ninguna de las razones mencionadas arriba.
"Las Gemínidas son mis favoritas", cuenta, "porque desafían cualquier explicación".
La mayoría de las lluvias de meteoros provienen de los cometas, los cuales dejan detrás suyo una abundante cantidad de meteoroides que luego se manifiestan como una noche de "estrellas fugaces". Sin embargo, las Gemínidas son distintas. Lo que les da origen no es un cometa, sino un extraño objeto rocoso llamado 3200 Faetón (Phaethon, en idioma inglés), el cual esparce una cantidad de escombros polvorientos demasiado pequeña como para explicar las Gemínidas.
"De todos los torrentes de escombros a través de los cuales pasa la Tierra anualmente, el de las Gemínidas es por mucho el más masivo", dice Cooke. "Si sumamos todo el polvo del torrente de las Gemínidas, fácilmente sobrepasa la masa de otros torrentes por factores que van desde 5 hasta 500 veces".
Esto convierte a las Gemínidas en el peso pesado de las lluvias de meteoros. En comparación, 3200 Faetón es más bien un peso pluma.
3200 Faetón fue descubierto en 1983 por el satélite IRAS (Infrared Astronomical Satellite o Satélite Astronómico Infrarrojo, en idioma español), de la NASA, y fue rápidamente clasificado como un asteroide. ¿Qué otra cosa podría ser? No tenía cola, su órbita se cruzaba con el cinturón principal de asteroides y sus colores eran muy parecidos a los de otros asteroides. De hecho, 3200 Faetón es tan parecido al asteroide Pallas, ubicado en el cinturón principal de asteroides, que bien podría ser un pedazo de 5 km que se desprendió de Pallas, el cual mide 544 km.
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Concepto artístico de un impacto sobre Pallas. Crédito de la imagen: B. E. Schmidt y S. C. Radcliffe, de UCLA. 
 
"Si 3200 Faetón se desprendió del asteroide Pallas, como creen algunos investigadores, entonces los meteoroides de las Gemínidas podrían ser escombros que fueron dejados atrás por el evento de desprendimiento", especula Cooke. "Sin embargo, eso no concuerda con otras cosas que sabemos".
Los investigadores han observado muy cuidadosamente las órbitas de los meteoroides Gemínidas y han arribado a la conclusión de que fueron eyectados por 3200 Faetón cuando éste se encontraba cerca del Sol, no cuando fue desprendido de Pallas, en el cinturón de asteroides. La órbita excéntrica de 3200 Faetón lo lleva muy adentro de la órbita de Mercurio cada 1,4 años. Por ello, el cuerpo rocoso recibe una ráfaga de radiación solar que podría causar que chorros de polvo se evaporaran y se integraran al torrente de las Gemínidas.
¿Podría ser esta la respuesta?
Para poner a prueba la hipótesis, los investigadores utilizaron las naves espaciales gemelas STEREO (Solar Terrestrial Relations Observatory u Observatorio de las Relaciones Terrestres y Solares, en idioma español), de la NASA, las cuales están diseñadas para estudiar la actividad solar. Los coronógrafos ubicados a bordo de STEREO pueden detectar asteroides y cometas que pasan muy cerca del Sol y, en junio de 2009, detectaron a 3200 Faetón a una distancia de tan sólo 15 diámetros solares de la superficie del Sol.

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La trayectoria de 3200 Faetón indicada en la cámara HI–1A del coronógrafo localizado a bordo de STEREO. Los destellos azules y verdes (en colores falsos) provienen del Sol.
Lo que ocurrió entonces sorprendió a los científicos planetarios de la UCLA (Universidad de California en Los Ángeles, en idioma español) David Jewitt y Jing Li, quienes analizaron los datos. "El brillo de 3200 Faetón de pronto aumentó al doble", escribieron. "La explicación más plausible es que Faetón haya eyectado polvo, quizás como consecuencia de un resquebrajamiento de la roca en la superficie (a través del agrietamiento de minerales hidratados, ocasionado por la fractura y la descomposición térmica) ante el intenso calor del Sol".
La hipótesis del "cometa rocoso" de Jewitt y Li es atractiva. Sin embargo, ellos indican que tiene un problema: la cantidad de polvo eyectada por 3200 Faetón en su encuentro solar de 2009 agregó un mero 0,01% a la masa del torrente de las Gemínidas, lo cual no es ni remotamente suficiente para mantener reabastecido al torrente por mucho tiempo. ¿Quizás el cometa rocoso era más activo en el pasado?
"Simplemente no sabemos", dice Cooke. "Cada cosa nueva que aprendemos sobre las Gemínidas parece profundizar el misterio".
La Tierra pasará este mes a través del torrente de escombros de las Gemínidas y producirá hasta 120 meteoros por hora en aquellos sitios donde el cielo esté oscuro. El mejor momento para observarlos es probablemente entre la media noche local y el amanecer del martes 14 de diciembre, cuando la Luna esté baja y la constelación Géminis se encuentre cerca del cénit, proyectando así brillantes Gemínidas a través del cielo estrellado.

La cola de polvo de la Tierra apunta hacia planetas alienígenos

Noviembre 12, 2010: ¿Sabía que la Tierra tiene una cola de polvo? El Telescopio Espacial Spitzer navegó a través de ella hace algunos meses, proporcionando de este modo a los investigadores una idea clara sobre cómo luce. Eso podría resultar muy útil a los cazadores de planetas que intentan encontrar mundos alienígenas.


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Concepto artístico del paso del telescopio Spitzer a través de la cola de polvo de la Tierra. 
 
"Los planetas en sistemas solares lejanos tienen, probablemente, colas de polvo parecidas", dice el científico del proyecto Spitzer, Mike Werner. "Y, bajo ciertas circunstancias, estos rasgos de polvo pueden ser vistos con mayor facilidad que los planetas mismos. De modo que necesitamos saber cómo reconocerlos".
Resulta extremadamente difícil (y con frecuencia imposible) tomar imágenes de los exoplanetas de manera directa. Son relativamente pequeños y tenues; se esconden entre el brillo de las estrellas alrededor de las cuales orbitan.
"Una cola de polvo como la de la Tierra podría producir una señal más grande que la que produce un planeta. Y esto podría alertar a los investigadores sobre la presencia de un planeta demasiado pequeño como para poder ser visto de otra manera".
La Tierra posee una cola de polvo no porque el planeta mismo sea particularmente polvoriento, sino porque el sistema solar donde se encuentra sí lo es. El espacio interplanetario está repleto de fragmentos polvorientos producidos por cometas y asteroides que colisionan. A medida que la Tierra atraviesa este ambiente polvoriento, durante su órbita, se le va formando una cola parecida al remolino de las hojas que se levantan del suelo tras el paso de una máquina barredora.
"Conforme la Tierra orbita el Sol, va creando una especie de capa o depresión hacia cuyo interior van cayendo las partículas de polvo, creando así un espesor de polvo (la cola) que la Tierra va tirando mediante la fuerza de gravedad", explica Werner. "De hecho, la cola sigue el rastro de nuestro planeta alrededor del Sol, formando de este modo un anillo grande y polvoriento".

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Una simulación hecha en computadora de la cola/anillo de polvo de la Tierra tal y como sería visto desde algún mirador ubicado en el exterior de nuestro sistema solar. Los colores en la imagen indican la densidad: el violeta es la densidad mínima, el rojo es la densidad máxima. Crédito: Christopher Stark, GSFC.
Las observaciones más recientes llevadas a cabo por el telescopio Spitzer han ayudado a los astrónomos a construir un mapa de la estructura de la cola de polvo de la Tierra y a descifrar cómo se verían las "colas delatadoras" similares de los planetas alienígenos.
Al igual que ocurre en nuestro propio sistema solar, otros sistemas planetarios se encuentran sumergidos en polvo, el cual forma un disco de partículas que gira en torno a la estrella central. Y de forma similar a la Tierra, también los exoplanetas interaccionan gravitacionalmente con su disco de polvo, trazando canales y dibujando figuras extrañas.
"En algunos discos de polvo de las estrellas hay protuberancias, combas, anillos y desplazamientos que nos indican que los planetas se encuentran interaccionando con el polvo", explica Mark Clampin, del Centro Goddard para Vuelos Espaciales, de la NASA. "Así que podemos 'seguir el polvo' hacia los planetas. Hasta el momento, hemos visto cerca de 20 discos de polvo en otros sistemas solares. Y en alguno de esos casos, ya se han producido buenos resultados gracias a que seguimos el polvo".
Clampin, Paul Kalas, y sus colegas estaban buscando un planeta que orbitara la brillante estrella del Sur, conocida como Fomalhaut, cuando de pronto encontraron un anillo de polvo. La forma del anillo los llevó hacia su meta. "Sospechamos que el filoso borde interior del anillo se había formado cuando un planeta limpió gravitacionalmente los escombros circundantes", dice Clampin. "Rastreamos a ese planeta siguiendo esta 'huella' en el polvo". 
Otra imagen proporcionada por el telescopio Hubble muestra un disco de polvo alrededor de Beta Pictoris, una estrella localizada en la constelación de Pictor, más conocida como el "caballete del pintor", la cual se muestra a continuación:
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Una imagen, proporcionada por el Telescopio Espacial Hubble, del material polvoriento que rodea a la estrella Beta Pictoris. 
"Observe el anillo de polvo más pequeño que está inclinado respecto del disco de polvo más grande", dice Clampin. "Al igual que ocurre en el caso de la Tierra, este planeta está guiando al polvo hacia su plano orbital".
Clampin y Werner afirman que la observación de la cola de polvo de la Tierra, realizada con el telescopio Spitzer, así como estas observaciones iniciales que revelan la existencia de estructuras de polvo en sistemas solares lejanos, prepara el escenario para el debut del Telescopio Espacial James Webb como cazador de planetas. Ellos esperan que el enorme y poderoso telescopio nuevo sea capaz de avistar muchas colas delatadoras... de tipo alienígeno.

NASA NEWS

Un géiser de gas venenoso indica que habrá sorpresas que provienen de un cometa

Nov. 2, 2010: Mientras la sonda Deep Impact, o Impacto Profundo, en idioma español, (EPOXI), de la NASA, se aproxima al cometa Hartley 2 con el fin de lograr un encuentro cercano, el 4 de noviembre, los científicos de la misión están seguros de una sola cosa:
"Estamos a punto de sorprendernos", dice el investigador principal Mike A'Hearn, de la Universidad de Maryland. "Este cometa no se parece a ninguno de los que visitamos antes, y no sabemos qué vamos a encontrar".
Poison Gas (jets, 200px)
Haga clic aquí para ver una película de los chorros activos del cometa Hartley. Crédito: EPOXI.
En los últimos años, naves espaciales internacionales han volado cerca de los núcleos de cuatro cometas: Halley, Tempel 1, Borrelly y Wild 2. Deep Impact incluso abrió un hoyo en uno de ellos (Tempel 1) para ver qué había debajo de la superficie. Esos sobrevuelos previos, sin embargo, quizás no hayan preparado a los investigadores para el cometa Hartley 2.
"El cometa Hartley 2 es más pequeño pero mucho más activo que los otros", explica A'Hearn. "A pesar de que su núcleo mide solamente 2 kilómetros de ancho (un cuarto el tamaño de Tempel 1), está despidiendo cinco veces más gas y polvo".
Asimismo, el cometa ya ha conmocionado al equipo científico debido a la producción de un gran caudal masivo de CN, el radical cianógeno comúnmente conocido como "cianuro". El cianuro en sí no fue la sorpresa, ya que es un componente común de los núcleos de los cometas. En cambio, lo que dejó perplejos a los investigadores fue el tamaño y la pureza de la explosión.
"La abundancia de CN en la atmósfera del cometa se incrementó en un factor de cinco durante un período de ocho días en el mes de septiembre; eso es enorme", dice A'Hearn. "Curiosamente, no obstante, no hubo un incremento de polvo".
Esto desafía a la sabiduría convencional. Se cree que los núcleos de los cometas son un conjunto de hielo, roca y partículas de polvo volátiles, generalmente bien mezclados. Cuando el hielo se evapora para producir un chorro de gas, el polvo naturalmente lo acompaña. Pero esta explosión fue solamente de gas.
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La atmósfera del cometa Hartley 2 fue inundada con radicales cianógenos a mediados de septiembre de 2010. Crédito: EPOXI. 
"Nunca antes vimos esta clase de actividad en un cometa. La cantidad de gas sugiere un evento global; pero ¿cómo podría ocurrir un evento como ese sin polvo? Es un misterio".
A'Hearn destaca que los lectores no deberían preocuparse por un "cometa venenoso". En primer lugar, el cometa Hartley 2 está a más de 17,7 millones de kilómetros (11 millones de millas) de distancia de la Tierra. No hay contacto directo entre nuestro planeta y la cubierta gaseosa del cometa. Y lo que es más, el cianuro en estado gaseoso es muy difuso. Si alcanzara a la Tierra, no podría penetrar la densa atmósfera de nuestro planeta.
El mes de mayo del año 1910 es un buen ejemplo: Los astrónomos acababan de anunciar que la Tierra estaba atravesando la cola del cometa Halley, que contenía cianuro, lo cual provocó cierto pánico. La gente caminaba por las calles de la ciudad de Nueva York con máscaras de gas y los comerciantes inescrupulosos ganaban dinero vendiendo "comprimidos contra el cometa" para contrarrestar el veneno. Nada sucedió. Incluso el contacto directo con la cola del cometa Halley no produjo efectos secundarios.
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Último momento: Imágenes del radar de Arecibo proporcionan una primera vista del núcleo de Hartley. 
La verdadera trascendencia de la explosión de Hartley 2 tiene que ver con la intriga. Algo misterioso está sucediendo... y estamos a punto de averiguar de qué se trata.
El sobrevuelo comienza oficialmente en la noche del 3 de noviembre, cuando la sonda Deep Impact/EPOXI se encuentre a aproximadamente 18 horas de su máximo acercamiento. Durante las primeras etapas del encuentro, todas las imágenes tomadas de cerca serán guardadas en la nave espacial. Esto se debe a que Deep Impact no puede apuntar simultáneamente su antena de alta ganancia hacia la Tierra y sus dispositivos de imágenes hacia el cometa.
El máximo acercamiento se producirá alrededor de las 10 de la mañana EDT (hora diurna del Este), del 4 de noviembre, a una distancia de 700 kilómetros (435 millas). Aproximadamente media hora después, la cambiante geometría del encuentro hará posible la simultaneidad de comunicaciones e imágenes. Con su gran antena una vez más apuntada hacia la Tierra, la sonda Deep Impact/EPOXI comenzará a transmitir imágenes de cerca del cometa Hartley 2. La descarga completa de datos tomará varias horas.
"Estaremos esperando", dijo A'Hearn. "Las mejores imágenes no llegarán a la Tierra sino hasta muchas horas después de que tenga lugar el encuentro real".
Los datos que proporcione el encuentro cercano continuarán siendo descargados hasta el 6 de noviembre, pero la NASA dará a conocer resultados preliminares antes de esa fecha. Una conferencia de prensa en vivo está prevista para el 4 de noviembre a las 4 de la tarde EDT (hora diurna del Este), ó 1 de la tarde PDT (hora diurna del Pacífico).

LAS TORMENTAS SOLARES

Las tormentas solares no siempre viajan en línea recta. Pero una vez que han empezado a dirigirse hacia nosotros, pueden acelerar rápidamente, acumulando impulso para luego golpear el campo magnético de la Tierra con más fuerza.
Esto dicen los investigadores que han estado usando los datos proporcionados por las naves espaciales gemelas STEREO, de la NASA, para revelar la estructura tridimensional de las tormentas solares. Sus descubrimientos se publicaron en la edición de hoy de la revista Nature Communications.
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Una eyección de masa coronal (CME, por su sigla en idioma inglés) observada por las naves STEREO, el 12 de diciembre de 2008. 
"Esto en verdad nos sorprendió", dice Peter Gallagher, de la Universidad Trinity, en Dublín, Irlanda, quien es coautor de la publicación. "Las eyecciones de masa coronal (CMEs, por su sigla en idioma inglés) del Sol pueden inicialmente moverse en una dirección, y de pronto cambiar de curso hacia una dirección diferente".
El hallazgo fue tan extraño que al principio creyeron que habían cometido algún error. Pero después de revisar dos y tres veces su trabajo sobre docenas de erupciones, el equipo se convenció de que estaban tras la pista de algo nuevo.
"Nuestras visualizaciones tridimensionales muestran claramente que las tormentas solares pueden desviarse de altas latitudes solares y terminar impactando contra planetas que, de otra manera, no habrían afectado", dice Jason Byrne, quien es el autor principal de la publicación y también es estudiante de posgrado de Computación de Alto Rendimiento, en el Centro Trinity.
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Un modelo tridimensional de una CME real, basado en el procesamiento en escalas múltiples de datos proporcionados por las naves STEREO. 
La clave de su análisis es una técnica computacional novedosa llamada "procesamiento de imagen en escalas múltiples". Gallagher explica:
"'Procesamiento en escalas múltiples' quiere decir tomar una imagen y clasificar los elementos que ella contiene de acuerdo con su tamaño. Supongamos que a usted le interesan los automóviles de carrera. Si tiene una fotografía que contiene un plato con frutas, una persona y un automóvil trucado, podría utilizar el procesamiento en escalas múltiples con el fin de destacar el automóvil de carrera y estudiar sus características".
Se ha utilizado ya el procesamiento en escalas múltiples en la investigación médica para identificar núcleos individuales en imágenes que contienen multitudes de células. En astronomía, la técnica es útil para distinguir galaxias en imágenes con cientos de estrellas. Gallagher y sus colegas han sido los primeros en refinar la técnica y aplicarla al campo de la física solar.
"Aplicamos la técnica de escalas múltiples a los datos del coronógrafo proporcionados por las naves gemelas STEREO, de la NASA", continúa Gallagher. "Nuestra computadora pudo entonces mirar las imágenes, repletas de estrellas y de ráfagas y grumos brillantes del viento solar, e identificar las CME".
Las naves STEREO–A y STEREO–B tienen una gran separación entre sí, de manera que pueden mirar las CME desde puntos de vista distintos. Esto permitió al equipo crear modelos estereoscópicos completos de las tormentas solares y rastrearlas cuando se alejan del Sol.
Una de las primeras cosas que llamó la atención de los investigadores fue que las CME que intentaban ir hacia "arriba" —fuera del plano del sistema solar y lejos de los planetas— eran desviadas de regreso hacia abajo. Gallagher confiesa que tuvieron que recurrir a los libros y pasar cierto tiempo en el pizarrón para entender con claridad el fenómeno. Al final, la explicación resultó ser simple:
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El campo magnético de una barra imantada.
El campo magnético del Sol, el cual tiene la misma forma que el campo producido por una barra imantada, dirige a las CME rebeldes de regreso al ecuador solar. Cuando las nubes de plasma alcanzan bajas latitudes solares, son atrapadas por el viento solar y entonces emprenden su viaje hacia los planetas —"como un corcho que flota en un río", dice Gallagher.
Una vez que una CME es atrapada por el viento solar puede experimentar una significativa aceleración. "Esto se debe al arrastre aerodinámico", dice Byrne. "Si el viento solar sopla con suficiente fuerza, entonces arrastrará a la CME consigo; esto es algo que hemos observado en los datos proporcionados por las naves espaciales STEREO".
Estudios anteriores realizados por otras misiones habían revelado algunas tentadoras pistas de este proceso de redireccionamiento y aceleración de las CME, pero las naves STEREO han sido las primeras en observar el proceso casi de principio a fin.
"La habilidad de reconstruir el trayecto de una tormenta solar a través del espacio podría proporcionar un gran beneficio para los que buscan predecir el tiempo espacial en los alrededores de la Tierra", menciona Alex Young, quien es el científico principal del proyecto STEREO, en el Centro Goddard para Vuelos Espaciales. "Saber cuándo llegará una CME es crucial para predecir el inicio de las tormentas geomagnéticas".
"Además", añade, "las técnicas de procesamiento de imágenes desarrolladas por el equipo de Trinity, en colaboración con el Centro Goddard de la NASA, pueden ser utilizadas en aplicaciones que van desde la vigilancia hasta el diagnóstico médico".
Para conocer más sobre las zigzagueantes CME y las avanzadas técnicas de computación empleadas para rastrearlas, consulte Propagation of an Earth–directed coronal mass ejection in three dimensions (Propagación en tres dimensiones de una eyección de masa coronal dirigida hacia la Tierra, en idioma español), por Byrne y colaboradores, de la edición del 21 de septiembre de 2010 de la revista Nature Communications.

La "super Luna de la cosecha"

Septiembre 22, 2010: Por primera vez en casi 20 años, el otoño en el hemisferio norte comienza en una noche de Luna llena. La coincidencia constituye un escenario propicio para una "super Luna de la cosecha" y para un espectáculo de luz que no se puede dejar de ver.
La acción comienza durante el atardecer del 22 de septiembre, que es el último día del verano en el hemisferio norte. A medida que el Sol se hunda en el Oeste, poniendo fin de este modo a la temporada, la "Luna llena de la cosecha" emergerá en el Este y dará inicio así al otoño. Las dos fuentes de luz se mezclarán para crear en el crepúsculo un resplandor veraniego-otoñal de 360 grados, que sólo se ve en ocasiones especiales.

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La "Luna de la cosecha" del 3 de octubre de 2009, fotografiada por Catalin M. Timosca, de Turda, Rumania. 
 
No pierda de vista a la Luna a medida que ésta se desliza por la línea del horizonte, en el Este. Quizás la esfera dorada parezca extrañamente inflada. Esta es la ilusión lunar. Por razones que los astrónomos o los psicoanalistas no terminan de comprender, una Luna baja en el horizonte parece ser más grande de lo que realmente es. Una "Luna de la cosecha" inflada por la ilusión lunar es simplemente bellísima.
El espectáculo se torna cada vez mejor a medida que transcurre la noche.
Oficialmente, el verano en el hemisferio norte se convierte en otoño el 22 de septiembre a las 11:09 pm EDT (hora diurna del Este, en idioma español). En ese preciso momento, denominado equinoccio otoñal, se puede observar que la "Luna de la cosecha" asciende muy alto sobre nuestras cabezas con el planeta Júpiter ubicado justo al lado de ella. Los dos objetos más brillantes del cielo de la noche estarán en una espectacular conjunción para marcar el cambio de estación.
Super Harvest Moon (conjunction, 200px)
Una conjunción similar de la Luna y Júpiter, el 26 de agosto de 2010. Crédito: Tom Cocchiaro, de Portsmouth, New Hampshire.
La "Luna de la cosecha" debe su nombre a la agricultura. En la época en la cual no existía la luz eléctrica, los granjeros dependían de la luz de la Luna para extender el día de trabajo más allá del atardecer. Esa era la única manera de recoger los cultivos maduros a tiempo para llevarlos al mercado. La Luna llena más cercana al equinoccio de otoño se transformó en la "Luna de la cosecha", y siempre fue un espectáculo digno de ver.
Esta vez será más digno de ver que nunca porque se trata de una "cosecha" extra.
Generalmente, la "Luna de la cosecha" llega algunos días antes o después del inicio del otoño. Ocurre cerca del comienzo de dicha temporada pero no es una coincidencia perfecta. Sin embargo, la "Luna de la cosecha" de 2010 alcanza su máxima iluminación apenas seis horas después del equinoccio. Esto ocasionó que algunos astrónomos la llamen la "super Luna de la cosecha". No ha habido una coincidencia comparable con esta desde el 23 de septiembre de 1991, cuando la diferencia fue de aproximadamente 10 horas.
Una "super Luna de la cosecha", un extraño resplandor en el crepúsculo, una conjunción a medianoche... raramente el otoño comienza con tal fanfarria.

EL MITO DE MARTE

La mutante mentira sobre Marte

Agosto 25, 2010:  Se propaga, muta, se niega a morir.
Por séptimo año consecutivo, la "mentira sobre Marte" está infectando los buzones de correo electrónico de todo el mundo. Pasado de un lector a otro, el mensaje dice que el 27 de agosto Marte se acercará a la Tierra y que se verá tan grande como la Luna llena. "NADIE QUE VIVA EN LA ACTUALIDAD VERÁ ESTO OTRA VEZ", dice el correo —siempre en letra mayúscula.
Noticia de último momento: No es verdad.
Esto es lo que realmente ocurrirá. El 27 de agosto de 2010, Marte se encontrará a 314 millones de kilómetros de la Tierra, casi la distancia más lejana a la que puede estar. Marte brillará en el cielo del Oeste, al atardecer, como una pequeña estrella roja y su brillo será normal. Si usted no supiera que está allí, probablemente no lo notaría.

The Mutating Mars Hoax (Control panel, 550px)
La única manera de ver a Marte tan grande como la Luna es a bordo de una nave espacial.
Esta mentira sobre Marte se inició en el año 2003, cuando el Planeta Rojo se "hinchó" hasta alcanzar proporciones inusuales. El 27 de agosto de ese año, Marte estaba a sólo 56 millones de kilómetros de distancia de la Tierra —esto es lo más cercano que ha estado en 60.000 años. La gente se maravilló con el brillante color anaranjado de Marte en el cielo nocturno y se amontonó alrededor de los telescopios para ver claramente los enormes volcanes del planeta, las llanuras coloradas y las brillantes capas de hielo polar. En el punto máximo del despliegue, Marte se vio cerca de 75 veces más pequeño que la Luna llena.
Fue entonces cuando nació "el virus".
Alguien, en algún lugar, pensó lo siguiente: Si Marte es 75 veces más pequeño que la Luna, y si entonces se lo magnifica 75 veces, debería quedar de igual tamaño que la Luna. Las primeras versiones sobre esta mentira alentaban a los lectores para que sacaran sus telescopios e insertaran un ocular de 75x: "Con una modesta magnificación de 75", dice el mensaje, "Marte se verá tan grande como la Luna llena a simple vista".


The Mutating Mars Hoax (sky map, 200px)
Pronto la mentira se esparció por internet, haciendo copias de sí misma y mutando. Versiones avanzadas del virus, más elegantes y con menos palabras que sus antecesoras, omitieron la magnificación y simplemente decían: "¡Marte se verá tan grande como la Luna llena a simple vista!". Rápidamente, también se omitió el año. El 27 de agosto de 2003 se convirtió en el "27 de agosto" y la mentira se volvió inmortal. De hecho, durante años, las historias que contradecían dicha mentira no han podido acabar con ella. Esta es la cuarta "vacuna" por parte de Ciencia@NASA.
Lectores tolerantes dicen que la mentira sobre Marte no es realmente una mentira, ya que no es un engaño intencional. Es probable que quien la creó originalmente creyera todo lo que escribió en el mensaje. Si esto es así, ¡incluso el nombre "mentira sobre Marte" es incorrecto!
Esto es lo que usted debe hacer el 27 de agosto: salga al atardecer y mire hacia el Oeste. La luz brillante que usted verá resplandeciendo en el crepúsculo será el encantador planeta Venus. Tome los binoculares y examine el cielo alrededor de Venus. A unos pocos grados a la derecha, encontrará un pequeño objeto anaranjado que parece una estrella. Eso es Marte.

IMPACTO SOBRE JÚPITER: el misterio de los escombros desaparecidos

Junio 11, 2010: El 3 de junio de 2010, algo golpeó a Júpiter. Algún cometa o asteroide descendió desde las profundidades del espacio, impactó sobre la parte superior de las nubes y se desintegró, produciendo un destello tan brillante que se pudo observar en la Tierra con telescopios pequeños. Al poco tiempo, muchos observadores alrededor del mundo estaban apuntando sus aparatos ópticos hacia el sitio del impacto, esperando monitorizar la ardiente nube de escombros que parece siempre acompañar los encuentros de este tipo.
Todavía ellos siguen esperando.
"Es como si Júpiter se hubiese tragado por completo el objeto", dice Anthony Wesley, de Australia, uno de los dos astrónomos aficionados que observó el destello inicial. El otro, Christopher Go, de Filipinas, afirma que "fue muy emocionante observar el impacto, pero la ausencia de escombros visibles nos tiene a todos desconcertados".
Impacto sobre Júpiter (destello captado por Anthony Wesley)
Arriba: Una imagen de color compuesto del destello que produjo el impacto sobre Júpiter, el pasado 3 de junio. Crédito de la fotografía: Anthony Wesley, de Broken Hill, Australia. [Más información]
De hecho, todo esto es un misterio. "Hemos visto cosas que golpeaban a Júpiter en el pasado", dice el científico planetario Glenn Orton, del Laboratorio de Propulsión a Chorro (Jet Propulsion Laboratory o JPL, en idioma inglés), "pero después del destello producido por un impacto siempre han quedado escombros de algún tipo".
Por ejemplo, cuando los fragmentos del cometa Shoemaker–Levy 9 golpearon a Júpiter en 1994, cada destello importante que observó la nave espacial Galileo, de la NASA, produjo un 'moretón', una mezcla turbia de polvo de cometa incinerado y gas joviano químicamente alterado que se arremolinaba y se retorcía en las nubes del planeta. Apenas el año pasado, en julio de 2009, Wesley descubrió una mancha similar que se cree podrían ser escombros de un pillo asteroide que se estrelló contra el planeta.
Entonces, ¿dónde están los escombros en esta ocasión?
Una explicación posible proporcionada por algunos observadores es que quizás el destello no fue un impacto. Quizás Go y Wesley fueron testigos de un relámpago joviano gigante.


"Me parece algo muy, muy poco probable", dice Orton. "Las naves espaciales de la NASA han observado relámpagos en la atmósfera de Júpiter en repetidas ocasiones, pero solamente en el lado nocturno del planeta. Este evento en el lado diurno tendría que ser inimaginablemente más poderoso que cualquier relámpago que hemos visto. Ni siquiera Júpiter produce rayos tan potentes".
Tampoco podría ser un relámpago en la atmósfera de la Tierra que haya ocurrido casualmente en la misma dirección en que se encuentra Júpiter. Las observaciones simultáneas, llevadas a cabo desde observatorios separados por grandes distancias, en Australia y Filipinas, descartan esa explicación. Por la misma razón, no podría ser, por ejemplo, un meteoro terrestre o cualquier tipo de fenómeno en la atmósfera de la Tierra.
En otras palabras, el destello realmente ocurrió en Júpiter.

Curiosamente, lo que ocasionó el impacto (si es que en realidad hubo un impacto) se estrelló justo en el centro del SEB (South Equatorial Belt o Cinturón Ecuatorial Sur, en idioma español), uno de los dos cinturones anchos que rodean al planeta. Esto es "curioso" porque el SEB se perdió (en idioma inglés) hace poco, este año. Orton ha propuesto que el cinturón que falta podría aún estar allí, escondido temporalmente debajo de nubes cirro de gran altitud.
¿Podrían estas mismas nubes estar escondiendo los escombros del impacto?
Él piensa que no. "El destello provino de una altitud muy por encima de cualquier capa de nubes cirro, por lo cual los escombros deberían estar a simple vista —si es que hay escombros".
Impacto sobre Júpiter (impactos del SL-9)
Derecha: Nubes de escombros marcan la parte superior de las nubes de Júpiter después de los impactos del SL–9, en 1999. [Más información]
La mejor hipótesis hasta el momento es que lo que produjo el impacto fue algo pequeño, que reunió la suficiente fuerza como para producir un destello, pero que no dejó demasiados escombros.
Una cosa es segura: "Júpiter está siendo impactado más de lo que esperábamos", dice Don Yeomans, quien lidera el programa de Objetos Cercanos a la Tierra (Near–Earth Objects o NEO, en idioma inglés), de la NASA, en el JPL. "Cuando sucedió lo del Shoemaker–Levy 9 (SL–9), habíamos calculado que deberíamos observar un impacto sobre Júpiter aproximadamente una vez cada cien años. Nos considerábamos extraordinariamente afortunados de poder observar el evento del SL–9".
"Pero miren qué ha sucedido", continúa. "Anthony Wesley ya ha observado dos impactos en los últimos 12 meses. Es hora de que revisemos nuestros modelos de impactos [en particular para los objetos que ocasionan pequeños impactos]".
Claramente, los investigadores tienen mucho para aprender aún, no sólo sobre la frecuencia con la cual Júpiter recibe los impactos, sino también sobre qué sucede cuando ocurre un impacto.
"Continuamos buscando los escombros con varios observatorios importantes, entre los cuales se incluye al Hubble", dice Orton. Observaciones futuras, más sensibles a pequeñas cantidades de escombros y gases despedidas de la parte más profunda de la atmósfera de Júpiter, podrían revelar qué ocurrió con el vistoso impacto que tuvo lugar el 3 de junio — o podrían llevar a los investigadores en direcciones completamente nuevas.